Durante el cuarto día de la Bienal Panamericana de Arquitectura de Quito (BAQ 2024), se realizaron tres conversatorios en el Teatro Sucre, enfocados en el equilibrio entre el paisaje urbano y la arquitectura. Se destacó la importancia de los vínculos cooperativos y la relación respetuosa entre el objeto construido, su ubicación y la comunidad circundante. La reflexión se basó en tres obras significativas: Taller en Perdizes (Brasil), Filarmónica de Szczecin (Polonia) y Casa del Sombrero (Ecuador).
Taller en Perdizes
La arquitecta Marta Moreira, cofundadora de MMBB Arquitectos, presentó el proyecto Taller en Perdizes, en São Paulo, Brasil. En esta obra de 2020, se rehabilitó una vieja bodega para convertirla en el taller de un artista plástico. La intervención principal fue la instalación de una nueva estructura en el interior de la bodega, como un mueble de 12 metros de largo por 3 metros de alto. Este mueble organiza el espacio y contiene el almacenamiento, el baño, la escalera y la cocina. El proyecto destaca por el contraste entre la materialidad neutral de la bodega y el mueble de madera, estableciendo una conexión entre el interior y el exterior.
El arquitecto Leonardo Rivera (Ecuador) moderó el conversatorio, con la participación de Arely Erazo de la Universidad Indoamérica sede Quito, quien destacó la interacción entre el espacio público y privado, mencionando que “la obra se convierte en un elemento activo del paisaje de la zona y su fachada consolida relaciones espaciales que interactúan con lo público”.
Omar Chamorro Cruz (Ecuador) también participó como crítico, subrayando la relación entre los marcos interiores y exteriores del edificio.
Filarmónica de Szczecin
El segundo conversatorio contó con la participación virtual de los arquitectos Fabrizio Barozzi y Alberto Veiga, de Barozzi Veiga (España), quienes presentaron la Filarmónica de Szczecin en Polonia. Este edificio, inaugurado en 2014, se integra al contexto urbano contemporáneo mediante una reinterpretación de elementos arquitectónicos característicos de la ciudad, como las cubiertas de pendiente pronunciada y la verticalidad.
A través de un análisis cuidadoso del contexto y la historia local, se ha creado una obra que, más allá de su función, se convierte en un símbolo de la ciudad y un ejemplo representativo de la arquitectura contemporánea, transformando el paisaje urbano que la rodea.
Durante el conversatorio, el autor mencionó “Desde el inicio del proyecto, fue fundamental que se integrara de manera armónica con su entorno, considerando tanto el contexto social como cultural. Se buscó establecer una conexión íntima y continua con el entorno, especialmente porque la construcción se realizó sobre el lugar de una preexistencia”.
El arquitecto Ramón Rispoli (Italia) destacó que el edificio no solo se integra armoniosamente en el entorno urbano, sino que también lo redefine. Alberto Veiga (España), uno de los autores de la obra, mencionó la importancia de considerar el contexto social y cultural en el diseño. El moderador del conversatorio fue el arquitecto Mario Cueva (Ecuador).
Casa del Sombrero
El tercer conversatorio abordó la Casa del Sombrero en Cuenca, Ecuador, desarrollada por Durán & Hermida Arquitectos. Este proyecto de 2007 transformó una antigua fábrica de sombreros en una vivienda colectiva, manteniendo el carácter colonial del edificio original. Los patios comunales conectados generan un «efecto de recorrido infinito,» integrando elementos tradicionales y modernos.
La arquitecta Christine Van Slyus (Brasil) moderó el encuentro, con la participación de Juan Miró (España) y María José Ocampo (Ecuador). Inmaculada Santana, de la Universidad de Sevilla (España), destacó cómo el diseño de las ventanas crea un sentimiento de arraigo e identidad, acercando el centro a las afueras.
Se destacó el valor del proyecto como un ejemplo de integración de elementos tradicionales y modernos, señalando que, La Casa del Sombrero es un espacio que logra mantener el espíritu de la antigua fábrica, pero que, al mismo tiempo, se abre hacia la ciudad y su paisaje, redefiniendo la relación entre lo privado y lo público.
Este evento subrayó la importancia de la sostenibilidad, el uso responsable de los recursos locales y la conexión profunda entre la arquitectura y el entorno. La BAQ 2024 reafirma el compromiso de la arquitectura contemporánea con la responsabilidad social y la creatividad bajo restricciones.