Este martes 19 de noviembre de 2024, en el emblemático Teatro Sucre de Quito, se llevó a cabo la primera mesa concurso de la Bienal Panamericana de Arquitectura de Quito (BAQ) 2024, titulada «Panorama de Participantes concurso BAQ2024». Este evento reunió a destacados arquitectos y panelistas, quienes compartieron sus perspectivas y experiencias sobre los desarrollos actuales de los proyectos presentados en esta edición del concurso.
Los jurados panelistas invitados a esta mesa de concurso incluyeron a Juan Lucas Young(Alemania), Anna Noruega ( España), Pierre Rosier(Francia), Manolo Ramos(España). La arquitecta chilena Gabriela Garcia Cortazar, moderó la sesión, formulando preguntas claves para guiar el diálogo. Cada panelista expuso su visión, seguida de un debate entre los expertos.
Durante el encuentro, los panelistas debatieron sobre los proyectos presentados, abordando preguntas claves como los desafíos actuales de la arquitectura en la región americana y cómo los proyectos pueden ayudar a entender los retos futuros de la disciplina. Coincidieron en resaltar la alta calidad de las propuestas, que muestran una profunda sensibilidad hacia el entorno, tanto en proyectos urbanos como en viviendas. En particular, se destacó la urgencia de abordar problemas como el cambio climático, los retos sociales y políticos, utilizando soluciones adaptadas al contexto local y a las necesidades de la comunidad.
El debate también exploró la diferencia entre los encargos públicos, privados y autogestionados. Anna Noruega señaló que los encargos públicos deben integrarse al contexto urbano, mientras que Juan Lucas Young destacó la libertad creativa en los proyectos autogestionados. Pierre Rosier subrayó que los proyectos públicos deben responder a cuestiones sociales y económicas, y Manolo Ramos destacó que los concursos ofrecen una oportunidad ideal para la creatividad arquitectónica.
Los panelistas también discutieron varios desafíos claves para la creación de proyectos: la integración con el crecimiento urbano, el uso de materiales autóctonos, la sostenibilidad ecológica y la intervención respetuosa sobre el patrimonio. Concluyeron que los proyectos deben atender las demandas de la sociedad y garantizar una relación de ida y vuelta entre los arquitectos y las comunidades.