Cada vez la sociedad está más comprometida con el medioambiente y con la reducción de toda aquella actividad que suponga un gran impacto en este. Y, por supuesto, la arquitectura es un sector que evoluciona de la mano de esta tendencia.
Gracias a las investigaciones y a los compromisos en todo el mundo, ahora recurrentemente se habla de la arquitectura sostenible para crear proyectos en consonancia con la imperiosa necesidad de salvar el entorno y reducir el impacto de la construcción sobre el planeta. Una manera de ver a la arquitectura como generadora de confort y un mayor ahorro energético.
Precisamente, esta fue la temática principal de una charla realizada en el marco de la Bienal Panamericana de Arquitectura de Quito, BAQ2022, en el Teatro Demetrio Aguilera. El evento contó con la presencia de Pedro Silva, miembro del Proyecto CEELA y Carolina Valbuena, arquitecta y magíster de desarrollo del Proyecto Sostenible del Politécnico de Torino, quien guió la dinámica.
Como expositores estuvieron presentes Alicia Silva, presidenta de Sustentabilidad para México; Jachen Schleich, coordinador de actividades en torno a proyectos piloto en México de programa CEELA; y José Gómez, fundador del Estudio/Taller Natura Futura Arquitectura.
Silva fue la primera ponente y su intervención se enfocó en la descarbonización. Explicó la importancia y el rol de la arquitectura para contribuir en la disminución de las emisiones de carbono. “Tenemos que descarbonizar el entorno construido y ser net-zero para el 2030”, recalcó.
Entre las recomendaciones para lograr las cero emisiones de carbono, mencionó el diseño bioclimático y la selección de materiales para reducir el carbón embebido. Con respecto a esto, invitó a los asistentes a tener en cuenta el ciclo de vida de materiales como el concreto y la madera. Al final, expuso algunas razones por las cuales Ecuador debería comprometerse en el proceso de descarbonización, entre ellas el cambio climático y el ser productores de petróleo.
Por otro lado, la ponencia de Jachen Scheich tomó como punto de partida el diseño de las construcciones. Destacó la importancia de cambiar un pensamiento lineal enfocado en usar y desechar recursos e invitó a adoptar un pensamiento circular. Además, enfatizó en la importancia de la actitud de los usuarios “porque no sirve de nada tener un edificio eficiente, si el usuario no actúa alineado a eso”.
La última intervención estuvo a cargo de José Gómez. Planteó un debate sobre el hecho de categorizar a la arquitectura, ya que la sostenibilidad es algo implícito en ella. Puso como ejemplo su ciudad natal, Babahoyo, donde a través del trabajo con la gente y un estudio del contexto es posible minimizar los efectos climáticos adversos.
Sobre la necesidad de entender el contexto en el cual se trabaja, finalizó diciendo que “la desfiguración a la que tenemos que hacer frente es a la figura del arquitecto como el salvador, debemos entender nuestras realidades para poder ver y decir: no a las categorizaciones, sí a la arquitectura”.
Para cerrar la charla, Valbuena motivó al público a participar en la conversación. Las inquietudes de los asistentes se centraron en temas de transporte, materiales y construcción informal, problemáticas comunes en toda América Latina.