El evento de clausura de la XXIII edición de la Bienal Panamericana de Arquitectura de Quito, BAQ, fue el momento cumbre de toda la semana porque incluyó  reconocimientos especiales a destacados profesionales latinoamericanos, anuncio de ganadores del Concurso BAQ y, como ya es tradición, discursos de agradecimiento cargados de emoción, algo de nostalgia y satisfacción.

En el escenario estuvieron presentes las arquitectas María Samaniego Ponce y Yadhira Álvarez, presidente del Colegio de Arquitectos de Pichincha (CAE-P) y presidente de la BAQ, respectivamente; acompañadas por los arquitectos invitados: Gerardo Montarulli, presidente de la Federación Panamericana de Asociaciones de Arquitectos (FPAA),  y José Luis Cortés, presidente de la Unión Internacional de Arquitectos (UIA), encargados de entregar los reconocimientos a la trayectoria profesional.

Merecido homenaje

El Reconocimiento BAQ a la trayectoria profesional es un justo homenaje a aquellos arquitectos o arquitectas de la región que durante su vida profesional han contribuido a la arquitectura, la ciudad y la colectividad. En su cuarta edición, lo recibieron los arquitectos Juan Espinosa Páez (Ecuador) y Enrique Ciriani (Perú), personajes que han dejado huella a través de sus innumerables aportes.

Juan Espinosa Páez, ícono de la arquitectura ecuatoriana, recibió su estatuilla de manos de Cortés (UIA), quien resaltó la apertura y sensibilidad del homenajeado para percibir el entorno y desarrollar su trabajo.

Espinosa Páez nació en Quito en 1937, estudió Arquitectura en la Universidad Central del Ecuador y se graduó en 1963. Realizó sus estudios de maestría en planificación regional y urbana en Perú y también cursó estudios en Francia. Conocido por sus obras Casa Espinosa (1971), Casa Arellano (1972) y Casa Bravo (1977), además de haber sido integrante del directorio del CAE-P.

Por su parte, Enrique Ciriani Suito, arquitecto peruano que realiza gran parte de su actividad profesional en Francia, fue llamado al escenario por Montarulli (FPAA) para recibir su reconocimiento. Ciriani es un vigoroso defensor de la arquitectura moderna y ha consagrado una gran parte de su actividad a la transmisión de su visión de la arquitectura. Su entusiasmo y fe inquebrantable en el espacio moderno han marcado generaciones de estudiantes.

Algunas de sus obras más destacadas son: Casas Rastelli (1962), Casa Suito (1964), Museo de la Gran Guerra (1987), Centro de conferencias de I.N.R.I.A.( 2001) y Villa Madonna (2013).

Lectura de veredicto

Otro momento, tal vez el más esperado por los presentes, fue la lectura del veredicto de ganadores del Concurso BAQ, elegidos entre más de 600 proyectos participantes, de los que se seleccionaron previamente a los finalistas.

Cabe recordar que este concurso es una convocatoria abierta a proyectos y publicaciones realizados durante los cuatro años previos a cada edición de la BAQ. En sus veintitrés ediciones, el Concurso Bienal ha contado con más de 8.000 inscripciones y ha premiado sus aportes en la práctica de la arquitectura, el urbanismo, el paisaje, la teoría y la difusión arquitectónica.

Este año, se inscribieron proyectos de México, Bolivia, Paraguay, Brasil, Panamá, Costa Rica, Colombia, Haití, Venezuela, Portugal, Canadá, Martinica, Puerto Rico, Zimbabue, Ecuador, Cuba, Perú, Guadalupe, Guatemala, Chile, Mauritania, España, Alemania, Argentina, USA y  Uruguay.  Se registraron 685 participantes en total, siendo las categorías Vivienda Unifamiliar del Premio Panamericano y Libros Impresos del Premio Publicaciones las que contaron con mayor participación.

El Gran premio Bienal, máximo galardón que se entrega en el evento, este año fue compartido por dos obras de excelencia: Teatro Regional del Bío Bío (Chile),  diseñado por Smiljan Radic, Eduardo Castillo y Gabriela Medrano; y Casa de Música (México) de los autores José Amozurrutia, Gabriela Carrillo, Israel Espín, Carlos Facio, Eric Valdez, Álvaro Martínez, Fernando Venado y Eduardo Palomino.

El Teatro Regional del Bío Bío resaltó en la competición por ser una importante obra que se suma a la red de espacios y centros culturales públicos de Chile. Es una edificación que posee connotación pública, social y política muy significativa y tiene mucho de experimentación arquitectónica.

En cuanto a Casa de Música, es una obra que brinda un espacio digno para los encuentros sociales del pueblo Nacajuca, con materiales cálidos y frescura natural, a través de ventilación cruzada. Sobresale porque su arquitectura rinde homenaje al lugar donde pertenece, poniendo de manifiesto riquezas ya existentes.

LISTADO DE GANADORES EN VERSIÓN DIGITAL

VER AQUÍ << Premio Medalla de Oro 

VER AQUÍ << Premio Publicaciones 

VER AQUÍ << Premio Hábitat Social y Sostenibilidad 

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VER AQUÍ << Gran Premio Bienal 

Un cierre con éxito 

“Inflexiones: volver a ver” marcó un antes y un después en la trayectoria de la Bienal Panamericana de Arquitectura de Quito, su enfoque generó el debate y el diálogo sobre los momentos que han marcado la historia de las sociedades para buscar soluciones ante las adversidades.

Con la presencia de 2000 asistente al Seminario Académico, la BAQ2022 cerró su vigésima tercera edición, en la que participaron destacados conferencistas nacionales e internacionales, la academia, reconocidos profesionales y público en general con quienes reflexionamos sobre la arquitectura contemporánea y los retos que tenemos a futuro.