Este martes 15 de noviembre, se realizó la primera mesa redonda del Seminario Académico, la cual condujo a una discusión íntimamente ligada a los cambios más representativos de la crisis sanitaria global, como es el uso de los espacios públicos y privados.
En la pandemia a causa de la COVID 19, el espacio público se vació de personas y actividades, adquiriendo relevancia el espacio doméstico que tuvo que adaptarse a distintas formas de uso y prácticas cotidianas. Estas fueron evidencias claras de que los espacios intermedios materializan una relación de diálogo entre ambos.
En esta ocasión, en la mesa redonda participaron: Ramón Rispoli de Actuar en la emergencia; Alfredo Lérida de MAIO Arquitectos; Daniel Orellana de LLACTALAB y el arquitecto Mauricio Marín, secretario de Territorio, Hábitat y Vivienda del DMQ. Rosa Elena Donoso, arquitecta ecuatoriana, moderó el espacio.
La discusión contó con la moderación de la arquitecta Rosa Elena Donoso de Ecuador y partió de tres principales interrogantes:
- ¿Qué condiciones espaciales actúan como intermediarias entre lo público y lo doméstico?
- ¿Qué cambios se han evidenciado como necesidades imprescindibles para ambas esferas, en el contexto de la reciente crisis sanitaria global en particular, así como en otros eventos de crisis en general?
- ¿Existe una nueva connotación para los espacios intermedios de transición entre las esferas públicas y privadas? ¿Resulta relevante esa discusión en la contemporaneidad?
Ramon Rispoli expresó que «es importante la presencia de espacios intermedios, que se han redescubierto durante el confinamiento, eliminando la barrera entre lo público y lo privado».
Por su parte, Alfredo Lérida (MAIO), mencionó que “es de suma envergadura reflexionar en base a los límites entre lo público y lo privado, doméstico y urbano, casa y ciudad. Entender ese límite es donde se produce estos espacios de conectividad y continuidad».
A su vez, Daniel Orellana (Llactalab), biólogo ambiental con especialidad en ecología, comentó que «el sistema entre espacio público y privado no puede ser analizado por separado». Hizo énfasis en la condición espacial relacionada a la distancia y cercanía a los espacios públicos, en respuesta a la segregación social, debido a que la gente con menos recursos no dispone de estos espacios, produciendo un alejamiento del valor de los mismos.
Mauricio Marín, resaltó que “las decisiones de política pública deben construir las decisiones privadas en base a lo público», esto en relación a la planificación de la ciudad, ya que se acostumbra a dotar de mayor importancia al espacio privado, enfocándose en el aspecto cuantitativo.
Esta discusión invita a repensar en cómo planificar la ciudad y dentro de esto reforzar el espacio público. Es decir, trascender estos límites, entender que lo doméstico no se reduce a un ámbito privado, ya que están interconectados con espacios comunes y hay varias situaciones que, actualmente, se desarrollan dentro y fuera a la vez, lo que se conoce como “compartir más allá de la casa».
Este debate culminó con lagunas conclusiones a modo de interrogantes:
¿Estamos haciendo algo diferente, posterior a la pandemia, en términos de ciudad, arquitectura y espacio público? ¿Por qué se construyen las ciudades de la misma manera, si estamos evidenciando que las cosas son cambiantes? y ante esto ¿Cómo podríamos generar no solamente espacios sino lugares con significados profundos en donde la gente mantenga un sentido de pertenencia?
Las mesas redondas se constituyen como foros para la discusión de temas vigentes en la conversación de arquitectura y ciudad. Ser parte de la BAQ es entender que la arquitectura no se trata solo de diseñar y construir, la arquitectura es reflexión y diálogo.